martes, 18 de agosto de 2009

La Calle (1)

Hay un hombre que no pisa suelos.
Hay quienes se preguntan si tiene pies. Él sobrevuela el concreto, lo concreto, se difumina en un baile secreto; y no vuelve a aparecer hasta que despertamos de los irreprochables y perfumados Eneros.
Dicen, hay algunos que dicen, que es espejo de reflejo negro, que al verlo despierta al hombre iluso. Otros creen que nació con el recuerdo y que su muerte es cuestión de invertir su adusto reflejo.

Por Férguson Calviño.

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