Hay quienes se preguntan si tiene pies. Él sobrevuela el concreto, lo concreto, se difumina en un baile secreto; y no vuelve a aparecer hasta que despertamos de los irreprochables y perfumados Eneros.
Dicen, hay algunos que dicen, que es espejo de reflejo negro, que al verlo despierta al hombre iluso. Otros creen que nació con el recuerdo y que su muerte es cuestión de invertir su adusto reflejo.
Por Férguson Calviño.
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