martes, 22 de diciembre de 2009

El Dr. L

Entró el doctor L. a su consultorio. Se paró frente a la vitrina llena de recipientes de vidrio y de aluminio; miró el techo, hizo una mueca con los labios. Comenzó a golpearse el mentón con su dedo índice como un metrónomo. Suspiró. Miró el reloj de caoba que colgaba a la derecha de la vitrina. Después miró la puerta abierta del baño. Volvió a mirar el techo del consultorio. Esperó, mientras seguía marcando el tempo de alguna melodía simple de su gusto que se interpretaba precisa en su cabeza. Descubrió, en su recorrida por el cielorraso, una tela de araña que flameaba seducida por un viento imperceptible. Recordó una vieja historia y se asustó. Se sintió incómodo. Volvió a mirar las paredes del consultorio, la puerta que da al baño y se calmó.

Se alejó de la vitrina y se acercó a la camilla. Miró nuevamente el reloj. Comenzó a marcar el tempo de otra melodía más ligera con su mocasín brillante. Vio su reflejo en el vidrio de un cuadrito que contenía un viejo diploma y se arregló el flequillo que lo tenía fuera de lugar. Sintió una gota de sudor en su sien. Miró el entorno: Las paredes, la vitrina, los trastos que ésta contenía, la puerta que da al pasillo y la que da al baño; por último miró su escritorio. Se acercó a él y revolvió el segundo cajón. Sacó un diario, observó la parte superior del periódico y resopló: era del año pasado. Quiso seguir revolviendo el cajón en busca de uno más actual, pero no pudo esperar más.

El doctor L. desapareció del consultorio durante quince minutos. Su secretaria, cuando entró a avisarle que había llegado su primer paciente del día, se asustó al no encontrarlo allí. Había pensado que el doctor se había esfumado mágicamente, pero se tranquilizó cuando, al cerrar la puerta, escuchó que corría abundante agua.

Para asegurarse del bienestar de su empleador, la secretaria preguntó desde el pasillo:


-¿Está bien, doctor Lugones?


-Perfecto- respondió reverberante el doctor L.

2 comentarios:

Férguson Calviño dijo...

Dedicado a aquella que lloró conmigo...

||descascarado dijo...

que bueno leerte de nuevo!! abrazo!