martes, 6 de octubre de 2009
La Calle (21)
No se pueden esquivar las voces sordas de lo que cuelga de los rabos. Aunque, tosudamente anudados en la incongruencia, en el sube y baja o en el vaivén automático metemos el hocico en nuestra piel de lana fría y violeta para hacernos invisibles a ellas.
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1 comentario:
aturden...
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