Insomnio, igual a…

Insomnio, igual a…

Domingo, una de esas noches distintas a las demás, se puso a crear sinónimos.

-Insomnio: -dijo

Se sintió tan conmovido por el sinónimo que lo anotó:

Insomnio: (silencio)

Escribirlo no lo convenció del todo, le resultó un poco trágico chocar con la barrera entre lo gráfico y lo fónico. Y probó otra vez:

Insomnio: …

Nuevamente se desilusionó. No, no, pensó, el insomnio no es una triada de puntos. Quizás si sea un suspenso. Pero, de todas maneras, es inexacto.

Intentó una vez más:

Insomnio: sssssssssssssss

Estúpidamente cayó en la trampa, por tercera vez consecutiva, de lo gráfico. Y lo que es peor, en lo onomatopéyico (conjunción gráfico-fónico) de una nada que se intenta explicar.

Pensó y pensó. En su mente se aglomeraban, quizás por instinto, más onomatopeyas (pin, puf, crack, strum) que se alejaban más de la meta.

Se preguntó hasta donde podría llegar, pero se detuvo justo a tiempo, un poco más de sac, chif, rataplum… y el insomnio se hubiera visto desplazado por la locura. Pero en ese instante en que consideró a la locura como línea final del repaso y la seriación del registro onomatopéyico, escribió:

Insomnio: Locura.

Era un muy buen sinónimo.

Lo leyó, lo volvió a leer en voz baja, casi en un susurro; en voz media, en voz alta. Lo miró de lejos, lo acercó y lo volvió a alejar. En el último traslado comprendió que lo que había escrito seguía siendo algo inexacto.

Y hasta que Domingo, al no encontrar la forma de materializar el sinónimo del insomnio, quedó pasmado, inmutable, absorto, estático, aquietado, inerte, helado, petrificado, anonadado, rígido, solidificado, estacionado, inmovilizado, ensimismado, atónito, estupefacto…

Por Ferguson Calviño